El articulo de la semana "Non Ultimate Related"

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Hace poco lei que tener un blog era darle la oportunidad a las personas que vieran por un momento dentro de la cabeza del escritor. Creo que es verdad, asi, que, dado que este blog es de Fenix como equipo, por que no dar la oportundiad que conozcan algo de lo que esta dentro de las cabezas de los jugadores.

Sin mas preambulo,

R.E.M. THE MARS VOLTA Y THE MILLS EN COLOMBIA.



Salí de Ibagué, a la una de la mañana del día martes 28 de octubre, para evitar cualquier tipo de improviso. Tan solo llegar a pensar en la posibilidad de perderme un segundo de lo que para mí iba a ser uno de los mejores conciertos a los que podría asistir en toda mi vida, sino el mejor de todos, era inconcebible. La oportunidad de poder ver en vivo a The Mars Volta (admiración completa) acompañado de R.E.M. (banda legendaria) y The Mills (representación de Colombia) no era tan fácil, ni siquiera de soñar.



Llegué a la capital de Colombia, Bogotá a las 6 de la mañana y a la casa en donde siempre me hospedo cuando estoy en esta ciudad, media hora más tarde. Ese día no se hizo gran cosa aparte de dormir y mentalizarme para ver un excelente show por el que se había pagado un precio grandísimo 300.000 pesos Platino, 170.000 pesos preferencia, 80 general, y eso si se compraba antes de los primeros días de octubre, después de esta fecha costaría cada boleta como 50.000 pesos más aproximadamente.



29 DE OCTUBRE



Llegó el día esperado, desde que leí en tuboleta.com que ya era todo un hecho el acercamiento de la banda al país no había podido dejar de hablar acerca del tema, mucha de la gente con la que convivo en el día a día estaba hastiada de que cada cinco minutos mencionara algo sobre el concierto, esa tortura (para ellos) llegaría al final, ya que ¡por fin! los iba a ver en vivo.



Llegué al sitio del show a las 3:50 pm. del día miércoles, para empezar a hacer la fila, está que habría podido ser peor no lo fue gracias a que corrí con la suerte de tener un informante en el lugar que me daba las mejores indicaciones y tips en cada llamada, la fila se dividía en tres partes, en el centro Platino (dos filas), al lado derecho Preferencia (dos filas), y al lado izquierdo General (dos filas), mi compañero y yo nos ubicamos en el final de una de las dos filas de preferencia, lugar que después de unas horas se convirtió en la mitad de ésta, lo que aseguraba que tendríamos un puesto decente dentro del sitio, claro está que el tamaño del lugar en donde se efectuaría el concierto no era de dimensiones titánicas, la verdad era bastante pequeño (éste había sido programado para el parque Simon Bolívar), el rumor que existía era que no se habían vendido tantas boletas como esperaban, ¿pero cómo no? Si los empresarios pidieron por las boletas como si hubieran resucitado al mismísimo Jim Morrison, obviamente el precio estaba dirigido a un público objetivo que eran los amantes de R.E.M. personas con trabajo estable, ejecutivos, con carro, casa y beca, no estudiantes asalariados de sus padres como mi acompañante y yo, la verdad no sé cuales fueron las razones para cobrar lo que cobraron, pero tengo el dato que el mismo concierto con tres bandas más (bandas impresionantes, no cualquier banducha) en Argentina costaba 80.000 pesos colombianos y solo habría una boleta.



En el transcurso de esa tediosa fila en la que lo único que se podía hacer era tratar de no pisar el fondo de un charco en el que estaba parado, y hablar de sandeces con mi compañero de conciertos, mientras estábamos recostados en las vallas mirando hacia el coliseo, pensado y soñando en que comenzara ya, y de una vez poder ver a estas bestias de la música en vivo, pasó un hombre con características inolvidables, cómo un pelo crespo largo tratando de hacer un afro, una camisa negra manga larga con muchos colores dentro del negro, un pantalón negro totalmente pegado y descaderado pero que finalizaba en sus botas con campana, montando una patineta, sí señores era Cedric Bixler Zabala, era algo que no podía creer, antes en mi vida había escuchado que cuando se tiene una emoción muy fuerte las palabras no salen y si salen la voz pierde esa fuerza e intensidad con la que debería sonar, siempre pensé que era mentira, pero ese día me di cuenta que era cierto, le grite “Cedric” (digo le grite porque fue lo que quise hacer) pero de mi boca salió un pequeño susurro que decía “Cedric”, obviamente no escuchó, pero ya era el primer acercamiento con los tan anhelados ¡The Mars Volta!



Después de haber escuchado, “bienvenidos al concierto, no pueden ingresar objetos cortopunzantes o armas contundentes, como sombrillas, correas, chapas, bolígrafos, mujeres en alto grado de embarazo no, gente sin boleta no, cigarrillos no, encendedores no, cámaras no”, en fin, fueron como 7 u 8 veces las que lo oí, pero la verdad parecían más, todo esto dicho por las personas de logística, los que vestían un chaleco naranja, nunca había entendido por que no dejaban entrar cámaras a los conciertos y que disque es porqué uno entra las baterías para tirarlas adentro, PFFF quién haría eso, primero se queda sin fotos y segundo son recaras.



La fila empezó a andar a las 6 p.m. se convirtió eterna, puesto que en cada una de ellas habían dos policías haciendo requisa un hombre y una mujer, lo que hacía que se retrasara más el ingreso, ya que tenían que requisar uno por uno y eran bastantes personas, otro dato malo para la organización, mientras tocaba The Mills, banda que estaba en representación de Colombia, la que tocó, más o menos 5 o 6 canciones de las cuales no pudimos ver nada (abro un paréntesis para presentar mi inconformidad por la mala organización, no es justo que paguemos por una banda que no podamos ver, además el concierto empezó dos horas antes de lo que se había previsto en la página).



Por fin pasamos esos grandes y majestuosos cordones de seguridad y pudimos escuchar los últimos acordes de The Mills mientras subíamos las escaleras para llegar a nuestra ubicación, cuando terminamos de subir las escaleras ya íbamos a ingresar al escenario o las gradas, nos pidieron la boleta, se la teníamos que dar a un hombre que estaba en la entrada, no podía creer que tuviéramos que entregar ese papelito por el que habíamos pagado una fortuna, pero finalmente después de poner resistencia tocó hacerlo, era la única salida.



Corrimos y nos sentamos en la primera fila de las gradas al costado izquierdo, buen puesto, estábamos en la primera fila, esperamos unos minutos mientras terminaban de organizar el sonido y los instrumentos, pero ya se podía saber que los que seguían eran The Mars, pues en el escenario se veían las dos banderas de México características que adornan cada uno de sus conciertos, país con el que aparentemente sienten alguna clase de conexión, ya que Omar Alfredo Rodríguez López (guitarra) y Cedric Bixler Zabala (voz), se criaron en la ciudad El Paso, Texas.



SE APAGAN LAS LUCES



De un momento a otro nos vimos hablando entre tinieblas, y todo el mundo empezó a gritar, o más bien a los que nos gustaba The Mars Volta, y empezaron a salir uno por uno en fila india, desde la izquierda del escenario para ubicarse en la derecha, empezando por la percusión que son dos integrantes Marcel Rodríguez López y Adrián Terrazas, siguiendo con el baterista Thomas Pridgen, cuando de pronto aparecen Omar y Cedric, la gente se volvió loca (obviamente hice parte de esa locura), gritando con un volumen bastante alto, después, Juan Alderete (bajo), Paul Hinojos (guitarra) y finalmente Isaiah Ikey Owens (teclado).



Se ubicaron en sus puestos y sin pronunciar una sola palabra empieza el espectáculo más brutal que podré ver en mi vida, puede que vea cosas como ellos pero nunca más brutales que The Mars Volta, que descarga de energía, ninguno podía quedarse quieto, Cedric y Omar eran imparables, sus afros se movían al son de la música y el baile que cada uno de ellos ha creado para transmitirle toda esa fuerza al público, el hombre del teclado, un negro gigantesco, no paraba de moverse en su sitio, nunca había visto algo de ese tipo, el baterista también de descendencia africana, era increíble, esa batería hacía parte de él y así cada uno de sus integrantes, se apropiaban de sus instrumentos de una forma impresionante.



Desde que tocaron la primera nota hasta el final aproximadamente 1 hora y media nunca pararon, no hubo ni una palabra dirigida al público, sólo su armonía, fue de corrido, es como ese cd de Rancid que se llama Rancid 2000 en el que la música no para nunca de sonar, sin ningún tipo de interrupciones, sin silencios, para los que lo han escuchado así fue el tiempo de The mars, sin interrupciones, para mi la palabra que mejor lo describe es hipnotizante, eso fue lo que lograban con cada nota que salía de sus almas por medio de los instrumentos.



Tocaron canciones de todos sus álbumes, claro está que por la extensión de cada una de ellas y el poco tiempo apenas pudieron tocar una de cada uno como: Drunkship of Lanterns (nombre que me atrae y pone a pensar en él) del De-loused in the Comatorium, Viscera Eyes del Amputechture, Cygnus… Vismund Cygnus del Frances the Mute, Goliath del Bedlam of Goliath.



A pesar de que el sonido fue patético y la voz de Cedric desaparecía por momentos, el espectáculo cada momento se ponía mejor, con sus canciones y con las reacciones de todos sus integrantes, Omar, le hizo el amor a su guitarra (como lo dijo mi informante), la tiró, la trajo, bailó, le vimos el final de la espalda y el comienzo de lo que comienza cuando ésta acaba, Cedric, el manejo y la experimentación con el micrófono, destrozó un ventilador de piso, unos posillos en los que le servían alguna bebida caliente, pues se podía ver el vapor y un ton de piso de la Batería, dándole tripodazos, con su trípode característico, mientras sonaba Goliath que fue la última canción de la noche de ellos para nosotros, esa hora y media, fue locura viva, la expresión de ella misma, así como empezó finalizó, sin palabras, probablemente éste era el mensaje que nos quería dar The mars Volta, sin palabras, la hipnotización, sólo se pudo perder después de darnos cuenta que se iban por medio de la venia con la que se despidieron, ese tiempo se convirtió sólo en un instante y un recuerdo con ganas de ¡más!



Seguido por un R.E.M. del que la verdad no puedo hablar mucho, por más de que más de la mitad del público iba a verlos sólo a ellos, lo único que podría decir es la excelente energía que el grupo tubó con los asistentes, cosas impresionantes, ahí se demuestra la grandeza de ellos. mi pensamiento tenía como target The Mars Volta y todas las canciones con las que soñé ver en vivo y no pude ver, ya que no las tocaron, Roulette Dares, Asilos Magdalena, L’via L’vasquez, The Widow, Miranda That ghost just ins’t Orly anymore, Meccamputechture, Vermicide, Wax Simulcra, Metatron, Aberinkula, Cicatriz, Ouroboros y muchas otras, por esta y otras razones, es que ahora más que nunca deseo otro concierto de ellos, para poder llegar al ¡ASOMBRO TOTAL!

Publicado por Fryjol en 11:37  

4 comentarios:

aja....si....cuentamelo todo Felix....aja...mmmm...si, que buena historia...jajajajajaj..mentiras perro

Juancho dijo...
13 de noviembre de 2008, 4:08  

frijol de por dios..como permite que se publique esto?...queremos temas de ULTIMATE..no el..ULTIMATE concierto visto por felix...con too respeto felix sabe que lo quiero..pero mk..esto es bastante culo para leerlo....naaaaaaa.....zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

13 de noviembre de 2008, 10:26  

no pos la proxima semana cronik..de alessiss en El ULTIMO KE ZIERRE!!!..pufff..eso a quien diablos le intersa?...jajajaja

13 de noviembre de 2008, 10:28  

aunq prefiero la cronica de alesiss sobre el ultimo ke zierre...alesiss me cuenta como estuvo eso... jajajaja

jota dijo...
14 de noviembre de 2008, 10:32  

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