Ultimate Fryjol

Ubuntu, una palabra africana que denota UNIDAD

Hay un articulo sobre química que escribe Bill Simmons el Sports Guy de www.espn.com

Hay un atributo deportivo subvalorado de manera grosera por casi todo programa deportivo a través del mundo, la química. En una época de paridad, donde las distancias entre equipos chicos y grandes se han reducido de manera considerable a nivel mundial y en casi todos los deportes, hay un par de ejemplos de esto que han roto esquemas. Ejemplos que son mucho mas meritorios dado que se dan en 2 ambientes que por definición han puesto reglas para estimular la competitividad deportiva y que se pusieron para fomentar la aparición de ciclos competitivos y paridad salarial. Para entrar en detalle, si la Premier League pusiera un reglamento de nomina, habría un techo y un piso, haciendo que, necesariamente la liga fuera mucho mas competitiva y cerrando parcialmente las brechas de talento entre los equipos. Con una regla así, Manchester tendría mucha menos probabilidad de ser competitivo por tantos años seguidos. Además, las ligas norteamericanas (sobre las que leerán muy a menudo acá ya que son casos dignos de estudio en muchos aspectos) establecen un sistema de sorteo de nuevo talento conocido como Draft. En este sistema, todos los jugadores nuevos que ingresaran a la liga son inscritos previamente y puestos en un pool en el que corren a través de pruebas realizadas por los diferentes equipos. Los equipos se organizan en orden inverso a su posición final en la liga para seleccionar ese talento, de manera que, el peor equipo de torneo que acaba de terminar tiene la primera oportunidad para seleccionar al mejor jugador de los disponibles. Un sistema que estimula los ciclos competitivos, logrando además que solo se puedan sostener con éxito los equipos cuyo modelo administrativo es demasiado bueno y que solo se mantengan en un mal rendimiento deportivo aquellos que son extremadamente malos administrativamente.

Explicado esto, debemos sacarnos el sombrero ante los San Antonio Spurs y los New England Patriots. Mas recientemente han dado muestras de una gestión similar los Blazers de Portland y los Celtics de Boston (equipo del que hay un video ya aquí en el blog). Equipos que han manejado de manera envidiable su situación en relación a los temas económicos y administrativos, pero sobre todo, frente a un aspecto que, es el que realmente se quiere tocar acá de fondo, la selección de personal. Química y carácter son las banderas que estos equipos han enarbolado en sus campañas. Lo que ha sido clave ha sido la capacidad de construir amistades entre los miembros de este equipo, como en el ultímate, y tal vez, como en todos los deportes de conjunto, un compañero de equipo ira hasta donde va como persona. Que tan dispuesto estará alguien a rasparse por atrapar un disco, si nunca estaría dispuesto a rasparse por ayudarme a mi como persona/amigo. Y en este punto, es tan difícil despegarse del modelo colombiano/micrero de caerle al caído y salvar responsabilidad. Son pocos los jugadores que se disculpan con el equipo cuando la embarran y sin embargo, son muchísimos los que están de primeros para señalar errores, cosa curiosa en casos como, el de Fénix, donde no se han ganado ni un carisellazo pero muchos se comportan como si fueran profesores del mismísimo Chase, o donde, por ejemplo, aun no saben ni que quiere decir la sigla del ente rector del ultímate a nivel mundial, pero aun asi, de manera enigmática se conocen el reglamento mejor de lo que se conocen a ellos mismos. Es duro pensar que hay jugadores de mi equipo que aun que llevan menos de un año lanzando disco, ya han etiquetado a algunos de lo nuevos y nuevas para decidir con quien es provechoso jugar y con quien no. La estampa de un colombiano de bien.

En fin, pasando la pagina de mi rant, tienen que ver a alguno de estos equipos jugar, donde no hay nombres, HAY HOMBRES, hombres que son responsables de sus actos y que, aun que encuentren diferencias con compañeros, logren llevarlos en el alma como hermanos de batalla. Hay que ver a los Boston Celtica, en las líneas, todo el mundo salta por igual con cada punto de su equipo, los que se ganan 12 millones de dólares al año, como los que ganan menos de uno, pero lo importante, todos son uno. Hoy, este equipo, que el año pasado perdió mas del 80% de sus juegos, ha dado una vuelta dramática, ganando un porcentaje similar de los jugados esta temporada. Todo por un ambiente que abraza el éxito colectivo sobre el individual y que hace uso del sentido común, que todos sabemos, es el menos común de los sentidos y que entiende que, la única forma de que en la noche, en la casa, todos sean ganadores, es si el equipo gana.

Otro ejemplo clásico, llevamos una década buscando al remplazo del Pibe, ídolo de todos. Ídolo que sacamos como perro de la selección por ser un pueblo sin memoria, pero ídolo que se ha probado irremplazable, no por su talento como todos creen ciegamente mientras buscan en cada potrero de la costa y del Uraba otro como el, sino por la capacidad de liderazgo tan avasalladora y por su gran imagen que pudo tragarse uno a uno los egos de pequeños canceres sociales como los que todos tenemos en los equipos. Nadie podía empezar a disociar a la selección Colombia de los 90, después de todo, quien hubiera sido suficientemente poderoso para desafiar al Pibe, en cambio, como también nos ha pasado, optaron por hablar de la rosca paisa, de una rosca de amigos, que se querían, se respaldaban y se hacían matar (literalmente en el caso de Andrés Escobar) por el escudo que llevaron al pie de su corazón, esa rosca entonces, es lo que necesitamos. Esa química, esas ganas de ser bueno, ese deseo de triunfar que no se puede aprender y que no se puede enseñar es la clave para triunfar.

Yo no se si ustedes quieren ganar, no se si se levantan soñando con un campeonato vestidos de fénix, no se si acuestan pensando en que mas pueden hacer para quedar campeones.

Yo si.

Ubuntu.