Amar a un equipo

martes, 25 de marzo de 2008

Desde el gran New Yorker, Roger Angell en su articulo “Agincourt and After”, en este fragmento donde habla acerca de un famoso home run que Carlton Fisk anoto en la serie mundial de 1975, habla del amor que se debe sentir por el equipo:

Es infantil y estúpido, siendo objetivos,el afiliarnos con algo tan irrelevante, tan comercialmente explotador como un equipo deportivo profesional, y la superioridad moral y frígido desprecio, que los “no-hinchas” dirigen a los fanáticos deportivos (conozco esa Mirada, la conozco de Corazón) es entendible y casi inapelable. Casi. Lo que queda por fuera de este calculo, en mi opinión, es el asunto de “interesarse” – interesarse profunda y apasionadamente, interesarse realmente – que es una capacidad o una emoción que prácticamente se ha extinguido de nuestras vidas. Así que, parece posible que hayamos llegado a un tiempo donde ya no importa tanto cual es el objeto de interés, que tan frágil o estúpido sea el objeto de esa preocupación, mientras el sentimiento en si, pueda ser salvado. La ingenuidad – la infantil y noble alegría que puede provocar que un adulto salte a bailar y a gritar con alegría en medio de la noche….—parece un precio pequeño para pagar por tal bendición.

Publicado por Fryjol en 10:24  

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